Estos tiempos alterados en los que nos está tocando vivir luego de haber transitado la pandemia, han unificado significativamente nuestras preocupaciones acerca de la forma de enseñar y nos han hecho sentir la presión de contribuir a la generación de nuevos modelos de abordaje a esta situación. Luego de la experiencia vivida, vemos aún a las comunidades universitarias de todo el mundo con incógnitas acerca del futuro. Esto se ha hecho evidente en la constante búsqueda de sus protagonistas, no sólo de explicaciones acerca de estos tiempos alterados, sino también de nuevos caminos que les permita visualizar y construir nuevas estrategias para abordar la labor educativa. La etapa en la que estamos requiere, no sólo de profundas reflexiones y análisis sino, fundamentalmente, de encarar la laboriosa tarea de ponerse a tono con las características y exigencias de la sociedad en la que vivimos construyendo un modelo superador de buenas prácticas educativas de trabajo en red, que instale la cultura de la virtualidad e incorpore tecnología en la enseñanza.